Verónica tiene un hijo de cuatro años y vive en Monte Chingolo con su pareja. Durante su infancia vivió varias situaciones de violencia familiar en su casa, donde su papá - alcohólico - le pegaba a su mamá hasta que con sus hermanos decidieron hacerle una denuncia y pedir la exclusión del hogar.
Unos años más tarde, su madre abandonó la casa para irse a vivir con su nueva pareja, dejando muchísimas deudas y a Verónica a cargo de sus hermanos menores. Mientras trabajaba de camarera en un bar para pagar los gastos de la casa, cuidaba a su familia, le cocinaba todos los días (donde descubrió su pasión por la gastronomía y la repostería) y terminaba la secundaria.
Al poco tiempo de ponerse de novia quedó embarazada, y aprovechando que su madre había regresado a su casa, decidió irse a vivir con su nueva familia a un departamento en Barracas. Allí estuvieron algunos meses hasta que por algunos problemas económicos tuvieron que mudarse a lo de la suegra.
Un día se enteró por Facebook que #Potenciate otorgaba becas en diferentes disciplinas: sintió que era una gran oportunidad para capacitarse y darle un futuro a su familia. Fue entonces que decidió postularse para estudiar Panadería en el Instituto Superior Mariano Moreno y la convocaron para una entrevista.
Después de algunas semanas sin tener noticias (además de no tener crédito en su celular para consultar si había sido seleccionada), la llamaban para informarle que era una de las ganadoras. Al día de hoy lo sigue recordando como uno de los días más felices de su vida.